Tranquilidad al atardecer
Creía que yo era el único que a pesar de mi edad, bien entrado en los cincuenta, seguía metiéndome en laberintos difíciles de salir por defender ideas o posiciones que no son siempre políticamente correctas en mi trabajo. Una de las últimas entradas de mi amigo el Búho me ha consolado y me ha sacado de mi egocentrismo. El Búho trata el asunto del lenguaje y género, dando opiniones que muchos de nosotros compartimos, aunque tenemos la prudencia de decirlo en el café. Yo no tengo más remedio que reconocer su valentía y ofrecerle un remedio para sosegar el alma en tiempos difíciles.
Al final de un día agitado suelo degustar una copa de Jerez o Málaga dulce y olvidarme de las discusiones. Soy de los que opina que cuando algún gurú americano de los que marcan tendencia en el mundo del vino descubra los moscateles de Málaga o los ‘jereces’ abocados, se nos va terminar el chollo de su relación calidad precio. Estos vinos son de los más originales del mundo y, además, según recientes informes médicos tiene altas propiedades anticancerígenas y contra el colesterol. Otro chollo.
Le recomiendo al Búho que beba al atardecer una copa del vino de Málaga “Zumbral”. Es un vino de uvas Moscatel de viñedos viejos situados en suelo de pizarra en una zona montañosa de la Axarquía. Una vez recogida la uva se pone durante quince días en los paseros para asolearla. Una vez lograda la alta concentración de azúcares deseada para obtener un mosto adecuado, la uva va a la bodega para su prensado y elaboración. El vino tiene un envejecimiento de 12 meses en barrica de roble americano y alcanza una graduación de 15º. El resultado es un baño soleado de uvas pasificadas, frutos secos y miel. Presenta un color yodado y maravillosa boca, de gusto amplio, untuoso y caramelo malvavisco, que evoluciona agradablemente sin ser demasiado dulce. Tiene un final largo y muy agradable. Un trago aromático y goloso para tomar al atardecer y olvidar escaramuzas dialécticas.
Al final de un día agitado suelo degustar una copa de Jerez o Málaga dulce y olvidarme de las discusiones. Soy de los que opina que cuando algún gurú americano de los que marcan tendencia en el mundo del vino descubra los moscateles de Málaga o los ‘jereces’ abocados, se nos va terminar el chollo de su relación calidad precio. Estos vinos son de los más originales del mundo y, además, según recientes informes médicos tiene altas propiedades anticancerígenas y contra el colesterol. Otro chollo.
Le recomiendo al Búho que beba al atardecer una copa del vino de Málaga “Zumbral”. Es un vino de uvas Moscatel de viñedos viejos situados en suelo de pizarra en una zona montañosa de la Axarquía. Una vez recogida la uva se pone durante quince días en los paseros para asolearla. Una vez lograda la alta concentración de azúcares deseada para obtener un mosto adecuado, la uva va a la bodega para su prensado y elaboración. El vino tiene un envejecimiento de 12 meses en barrica de roble americano y alcanza una graduación de 15º. El resultado es un baño soleado de uvas pasificadas, frutos secos y miel. Presenta un color yodado y maravillosa boca, de gusto amplio, untuoso y caramelo malvavisco, que evoluciona agradablemente sin ser demasiado dulce. Tiene un final largo y muy agradable. Un trago aromático y goloso para tomar al atardecer y olvidar escaramuzas dialécticas.
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