Final afrutado y armónico
El viernes pasado asistí a la tesis doctoral de una de mis doctorandas. La lectura de una tesis es el momento de presentar en tu universidad y a los colegas de investigación, el trabajo conjunto realizado durante cuatro o cinco años entre dos personas que empiezan siendo dos desconocidos y que terminan siendo colegas de trabajo. En este caso, además, ha sido el inicio de una buena amistad.
La presentación del trabajo en sociedad es un final y un comienzo. Final porque se ha acabado un trabajo que en parte ya ha sido evaluado por la publicación en revistas de investigación. Principio porque el reciente doctor debe empezar a navegar en solitario en las turbulentas aguas de la investigación. Producir conocimiento, no replicar lo ya conocido, es una tarea difícil que exige trabajo y reflexión crítica. Ahora que tanto se habla de inteligencia emocional, yo opino que la investigación exige fortaleza emocional para perseverar en un trabajo y saber afrontar con creatividad el juicio de los pares. A pesar de que es un trabajo difícil muchos piensan que el profesorado universitario se dedica a deshojar la margarita y al cultivo de la amapola, no teniendo en cuenta que genera conocimiento y por tanto prosperidad y bienestar para nuestro pequeño país.
Pero no quiero desviarme de la presentación de la tesis que tuvo un final agradable y armonioso como el vino que la doctoranda nos obsequió para para acompañar una magnífica comida. El vino fue un Viña Alberdi 2003 de la Bodega Rioja Alta.
La bodega Rioja Alta no necesita presentación es una de las más antiguas y prestigiosas de la Rioja. Su bodega en Haro merece una visita y sus técnicas de vinificación cubren desde las más tradicionales técnicas produciendo vinos como Viña Ardanza y Viña Alberdi hasta auténticas sorpresas como Torre Oña que combina tradición y nuevas técnicas. Esta última marca es producto de una de las últimas adquisiciones de la Bodega.
El crianza Viña Alberdi 2003 presenta color cereza con ligeros matices teja en el borde. El vino ofrece una nariz de frutosidad amplia a mermelada de frutos del bosque y compota de ciruela pasa. Guiado por los aromas secundarios (los que surgen al mover el vino en la copa) te adentras en la sutil presencia de madera y cuero mientras se siente un suave aroma a sotobosque. El sabor fresco, amplio y consistente destaca por su frescura frutal. El final es armonioso y destaca su acidez frutal que limpia la boca y prepara el paladar para el siguiente bocado. El vino hay que abrirlo dos horas antes para que alcance todo su potencial. Durante la comida fue ganando en bouquet y atemperando su acidez. Es un vino que ganará durante los próximos dos años. En definitiva un rioja crianza clásico que destaca entre los de su categoría y que merece la pena saborear en buena armonía entre colegas.
Viña Alberdi 2003 Crianza
La presentación del trabajo en sociedad es un final y un comienzo. Final porque se ha acabado un trabajo que en parte ya ha sido evaluado por la publicación en revistas de investigación. Principio porque el reciente doctor debe empezar a navegar en solitario en las turbulentas aguas de la investigación. Producir conocimiento, no replicar lo ya conocido, es una tarea difícil que exige trabajo y reflexión crítica. Ahora que tanto se habla de inteligencia emocional, yo opino que la investigación exige fortaleza emocional para perseverar en un trabajo y saber afrontar con creatividad el juicio de los pares. A pesar de que es un trabajo difícil muchos piensan que el profesorado universitario se dedica a deshojar la margarita y al cultivo de la amapola, no teniendo en cuenta que genera conocimiento y por tanto prosperidad y bienestar para nuestro pequeño país.
Pero no quiero desviarme de la presentación de la tesis que tuvo un final agradable y armonioso como el vino que la doctoranda nos obsequió para para acompañar una magnífica comida. El vino fue un Viña Alberdi 2003 de la Bodega Rioja Alta.
La bodega Rioja Alta no necesita presentación es una de las más antiguas y prestigiosas de la Rioja. Su bodega en Haro merece una visita y sus técnicas de vinificación cubren desde las más tradicionales técnicas produciendo vinos como Viña Ardanza y Viña Alberdi hasta auténticas sorpresas como Torre Oña que combina tradición y nuevas técnicas. Esta última marca es producto de una de las últimas adquisiciones de la Bodega.
El crianza Viña Alberdi 2003 presenta color cereza con ligeros matices teja en el borde. El vino ofrece una nariz de frutosidad amplia a mermelada de frutos del bosque y compota de ciruela pasa. Guiado por los aromas secundarios (los que surgen al mover el vino en la copa) te adentras en la sutil presencia de madera y cuero mientras se siente un suave aroma a sotobosque. El sabor fresco, amplio y consistente destaca por su frescura frutal. El final es armonioso y destaca su acidez frutal que limpia la boca y prepara el paladar para el siguiente bocado. El vino hay que abrirlo dos horas antes para que alcance todo su potencial. Durante la comida fue ganando en bouquet y atemperando su acidez. Es un vino que ganará durante los próximos dos años. En definitiva un rioja crianza clásico que destaca entre los de su categoría y que merece la pena saborear en buena armonía entre colegas.
Viña Alberdi 2003 Crianza
- Bodegas Rioja Alta
- D.O. Rioja
- Uva: Tempranillo
- Período de crianza: 2 años en barrica y 5 en botella
- Precio en tienda:10,35 euros
- Nota : 9
- Relación calidad-precio: No es barato pero nunca quedarás mal con él y para las buenas ocasiones. Es mejor que bastantes reservas.
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