sábado, 21 de enero de 2012

Vino y amigos, un baño de Rioja

Hace mucho que mis obligaciones laborales no me permitían volver a escribir sobre mis experiencias vinícolas, pero al empezar el nuevo año he hecho una lista de buenos propósitos que incluye seguir con mis comentarios. Cuando voy con los amigos a restaurantes me suelen solicitar que elija el vino. Yo procuro combinar calidad y precio, para que la bebida no cueste más que invitar a otras dos personas. En la elección, suelen salir ganadores los vinos de Rioja frente a los de otras denominaciones porque ofrecen una relación calidad/precio muy buena en la carta de vinos. Los vinos de Rioja han sabido abrir mercado ofreciendo una moderación en el precio que deberían tomar nota en otras denominaciones. Por ello, los comentarios de los vinos que ofrezco a continuación pertenecen a la denominación Rioja.


El Sierra Cantabria Cuvée 2006 es de Viñedos Sierra Cantabria que pertenece al conjunto de bodegas de los hermanos Eguren, lo que siempre es una garantía. El vino presenta un color burdeos brillante y ofrece un bouquet complejo con aromas a moras del bosque, ciruela pasa en compota y especias, envuelto en un toque armonioso de madera. En boca es sabroso, con paso suave y envuelto en fruta en compota. En el restaurante que lo tomamos costaba 21 euros , pero en otros lo he probado por 16 euros. Una excelente calidad precio.


La Vicalanda Reserva 2005 es la marca que Bodegas Bilbainas presenta como vino innovador dentro de la forma tradicional de producción riojana. Presenta un color burdeos con buen borde de destellos rubí. Buqué complejo, a fruta en licor, especias, y madera. Vino esbelto y con estructura en el paso de boca, tapiza el paladar con notas de regaliz con fina persistencia. Los tomamos en el restaurante por 24 euros. Merece la pena para una ocasión.


Cantos de Valpiedra crianza 2008 de Finca Valpiedra, es el hermano pequeño que ha sacado la Bodega como complemento a su clásico reserva. Es un vino que nos dieron dentro de un menú excelente que ofertaba el restaurante Astelehena la noche de San Sebastian. Así pues, yo no elegí el vino. Mi anterior experiencia con este vino no fue buena, lo probé cuando la bodega lo sacó como novedad y me pareció un crianza rioja vulgar con un precio excesivo. Afortunadamente, en esta ocasión la experiencia ha sido mejor. Es un crianza riojano con un aroma marcado por tonos florales, mi compañera apuntaba a rosas y suele acertar, resaltado con matices de madera. En boca es fresco y suave, adecuado para diferentes platos. Al estar incluido en el menú no se especificaba el precio, pero debería encontrarse dentro de la buena relación calidad precio de los crianza rioja.


El cuarta vino que comento no lo probé en restaurante sino que fue catado en una agradable cena en casa de unos buenos amigos. Ad Limitum de bodegas Juan Carlos Sancha en Baños de Rio Tobía. Un tinto rioja original de uva 100% Maturana dentro de las iniciativas de rescatar la uva autóctona y la lucha contra el viñedo global. Un vino de estructura actual, con sabores y olores originales. Aroma a bayas del bosque, con delicados matices de café y pimiento. La boca es fresca y suave, equilibrado y con notas de jarabe de cassis. En una cata a "ciegas" es muy posible que no lo hubiera identificado como rioja. No es un gran vino pero se deja beber con alegría. Merece la pena probarlo. El precio en bodega de unos 6 euros es adecuado a su calidad.

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